viernes, 21 de agosto de 2009

Miradas

Hoy, sea el día que sea, hay una gran cantidad de miradas pidiendo auxilio, -muchas de ellas con fecha de muerte-.

Bebes, jovenzuelos, adultos, ancianitos… frutos de nuestra inmadurez como especie, de nuestra falta de ética, de nuestra educación y cultura.

Estamos inmersos en comprar, vender, ganar, satisfacernos con el mínimo esfuerzo, poco importa si el capricho es una vida.


Nos apetece compañía y nos resulta fácil comprarla, queremos ver algo bonito y les hacemos tener cachorros, queremos ganar y les hacemos competir. Olvidamos que tienen emociones y les tratamos como objetos, muchas veces ni siquiera cubrimos o tenemos en cuenta sus necesidades básicas.


Encontramos personas que dicen no tener dinero y tiempo para proporcionares una alimentación adecuada, medicación, cuidados… pero si para irse de vacaciones, tomar refrescos, tener una fábrica de perros o perros-objeto.


Resulta imprescindible hablar de una palabra que da rampa a algunas personas: CASTRACIÓN. La palabra castrar suele venir acompañada de “oh que crueldad”, “oh que antinatural”, “tiene que disfrutar de la vida”, etc.

Parece que estamos acostumbrados a ver como normal, natural o bondadoso que los perros huelan durante todo el año a perras en celo, que a las perras solo se les pueda acercar un perro “si comparten marca”, que la vecina del primero tenga una fábrica de perros, que se puedan pedir por encargo en el catalogo de la tienda de la esquina y devolverlos si salen mal… a cruzarnos con flamantes tiranos acompañados de sus preciosos objetos (que no preciados), a escuchar que no se castra “por pena” pero esta pena no existe a la hora de matar los cachorritos o regalarlos a cualquiera.


¡Pena! Pena son las miles de miradas que piden auxilio. Pena es que las asociaciones y protectoras no den abasto. Pena es traficar con vidas, en “nuestro idioma” pena es seguir fabricando cuando no tenemos espacio donde meter el stock sobrante y las devoluciones. ¿Suena cruel? Es cruel, es la cruel realidad.


Miles de perros están esperando una oportunidad, si quieres compartir tu vida con uno piensa en qué le puedes ofrecer y por favor no contribuyas a que aumente el número de perros que pide auxilio.


Gracias por adoptar


Gracias a las asociaciones, protectoras, voluntarios… personas que hacen posible que exista una oportunidad, que esas miradas tengan esperanza.


Cinta Marí

1 comentario:

  1. ¡Qué verdades tan grandes y tan crueles! Si todos nos parasemos y prestasemos atención a esas miradas, a esos ojos anhelantes, ¡cuánto cambiarían las cosas!
    ¡Ojalá te lean muchos y consigas que empiecen a ver "miradas"!

    ResponderEliminar